martes, 16 de septiembre de 2014

El despertar

Hola
Yo era un chico normal... Esa era mi creencia. Una creencia, que años más tarde de instalármela a mí mismo, quedó en el subconsciente creando la realidad que yo había elegido; al fin te he encontrado.
Todos mis poderes psíquicos quedaron entonces por completo dormidos. Ese era el efecto que la creencia estaba imponiendo a mi parte consciente. Sin embargo seguía poseyendo esos poderes, accesibles sólo desde el subconsciente.
Subconsciente o inconsciente, son palabras para definir a la parte del cerebro que no utilizamos, la cuál se administra a sí misma dependiendo de muchos factores condicionantes: las creencias instaladas, los sentimientos programados, la situación exterior e interior, los prejuicios, etc
No infravaloremos la parte no-consciente. Démosle el mérito que se merece, pues tales palabras para referirse a nuestro mayor poder con los prefijos sub o in también nos están limitando, colocándolos por debajo. Tal como dicen que sólo usamos un 5% del cerebro, no es cierto. El 100% de nuestro cerebro trabaja para nosotros. Todas nuestras células están de acuerdo en vivir unas para otras, haciendo de la cooperación su única verdad. Ha de haber una razón para que sólo dispongamos de tan pequeña parte consciente. Debemos admitir que tal vez el otro 95% puede tener razón.
Ese 5% es donde nosotros podemos jugar, es decir, decidir.
La vida es un juego!